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La economía digital ya aporta el 15% al PIB en España, aunque la mitad de su valor se concentra en Madrid y Cataluña

La Fundación COTEC ha presentado hoy en Málaga el informe 'La economía digital en España', elaborado por el Ivie y que permite cuantificar el valor de la economía que se apoya en la digitalización.

El valor de la economía digital en España alcanzó los 163.900 millones de euros en 2021, lo que representa el 15% del PIB del país y muestra una tendencia creciente desde 2011, cuando solo suponía un 9,7%. El informe La economía digital en España, avances y retos por regiones y sectores, elaborado por el Ivie y que hoy ha presentado la Fundación COTEC en Málaga, permite cuantificar el valor de la economía que se apoya en la digitalización.

El documento desarrolla una metodología enmarcada en los estándares de la Contabilidad Nacional que mide la contribución al PIB de la economía digital en un conjunto amplio de sectores productivos (21) que cubren toda la economía y en todas las comunidades autónomas. Además, se estima cómo se reparte el valor añadido que la digitalización genera entre las rentas del trabajo y las rentas del capital.

El estudio incluye una herramienta de visualización interactiva que contiene información detallada sobre el proceso de digitalización y la intensidad digital de los factores productivos durante la década 2011-2021 para España y sus comunidades autónomas por sectores de actividad.

En el análisis por sectores, destaca el peso de la información y comunicaciones en el PIB digital, ya que aporta un 18,9% del total, seguido de las actividades profesionales (18,4%), las administraciones públicas (defensa, educación y sanidad), con un 13,9%, y las actividades financieras y de seguros (11,9%). En el lado opuesto, los sectores con menor contribución a la economía digital son la agricultura y pesca y la industria de la madera, corcho, papel y artes gráficas.

Si se tiene en cuenta la intensidad digital, es decir, el peso que el VAB (valor añadido bruto) digital tiene en el VAB de cada sector, destaca sobre el resto el de información y comunicaciones, en el que el 71, 9% del VAB que genera es digital. En el lado opuesto, se observa cómo en otros sectores importantes para la economía española, como la construcción o la hostelería, este porcentaje se sitúa muy por debajo, alrededor del 5%.

Una de las principales conclusiones del informe, elaborado por el investigador del Ivie Juan Fernández de Guevara y las economistas, también del Instituto, Eva Benages y Laura Hernández, es que la penetración de la digitalización en el capital (equipamiento, infraestructuras, etc.) ha sido superior a la experimentada en el trabajo. Aunque en el conjunto de la economía española las rentas del capital y del trabajo han mantenido una proporción estable en el PIB, en el caso de la economía digital las rentas del capital cada vez pesan más. Entre 2011 y 2021, el capital digital pasó de representar el 8,7% de las rentas correspondientes al capital al 19,4%, casi duplicó su peso, frente a la renta correspondiente a los trabajadores digitales que solo incrementó dos puntos porcentuales su participación en la renta del trabajo (10,2%, en 2011, hasta 12,7% en 2022). Eso significa que la digitalización está avanzando fundamentalmente por la inversión en activos digitales (hardware, software y bases de datos, equipos de comunicaciones, e I+D) más que por la transformación de la estructura de la mano de obra (hacia un mayor peso de trabajadores digitales y de su remuneración). Por eso, tal y como advierten los autores “un reto para España es mejorar el stock de profesionales y especialistas TIC y que las empresas los incorporen en sus procesos productivos”.

Otro aspecto destacado es que el aumento de la economía digital se explica por la intensificación de la digitalización en todos los sectores de forma generalizada y no por los cambios en la especialización productiva hacia sectores más intensivos en tecnología digital.

DIFERENCIAS REGIONALES

El estudio también detecta una importante polarización regional en la aportación a la economía digital española. Madrid (30,7%) y Cataluña (21,1%) concentran algo más de la mitad del valor de la digitalización del país, frente al 19,4% y el 19%, que aportan, respectivamente, al PIB de la economía española en su conjunto. Andalucía, la Comunitat Valenciana y el País Vasco siguen a estas dos regiones líderes en digitalización, pero con una cuota más reducida, 9,8%, 7,8% y 6,5%, respectivamente.

Madrid destaca también por la penetración de la digitalización en su estructura productiva, ya que el 23,7% de la renta generada en la región es digital. También destacan Cataluña y País Vasco (16,7% y 16,4%, respectivamente), mientras que el resto de regiones se sitúa ya por debajo de la media del país. El papel central de estas tres regiones líderes marca las diferencias en términos de digitalización, concentrada en estos tres polos. Además, no se constata que las regiones estén convergiendo en la intensidad con la que penetra la digitalización.

Por último, el estudio presentado hoy analiza los efectos de la pandemia en la digitalización en España y, aunque concluye que es un proceso previo a la COVID-19, tras la crisis sanitaria se aceleró el proceso, especialmente en el caso de la industria, más que en los servicios. El peso del valor digital en la industria llego al 20,7% en 2021.
Por regiones, la pandemia supuso un efecto catalizador de la economía digital en todas ellas, excepto en Ceuta y Melilla, Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha. Destaca el crecimiento registrado en el País Vasco, en el que la intensidad digital aumentó 2,3 puntos porcentuales en 2021.

En resumen, el informe presenta un panorama de la economía digital en España que es a la vez alentador y desafiante. Mientras que la digitalización está avanzando y contribuyendo significativamente a la economía, también plantea importantes cuestiones sobre la equidad y la distribución de sus beneficios. En el mundo digital la proporción de las rentas que recibe el trabajo son menores que las del capital, y además, la digitalización está muy concentrada geográficamente. Conseguir una digitalización inclusiva y que abarque a la mayor parte de la economía, la sociedad y el territorio es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta España en la actualidad.