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Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas

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Los expertos Francisco Alcalá y Antonia Díaz reclaman nuevos indicadores para medir el bienestar más allá del PIB que tengan en cuenta los riesgos globales

Los economistas que participan en el último diálogo de la Fundació Ernest Lluch y el Ivie insisten en la necesidad de invertir en prevenir y prepararse ante las amenazas globales para evitar costes mayores como ha sucedido en la dana de Valencia

El crecimiento del PIB ya no basta para medir las mejoras de una sociedad y tampoco tiene en cuenta el coste que supone no invertir en prepararse ante las amenazas globales como el cambio climático, las pandemias o los conflictos geopolíticos. Así lo afirmaron los economistas Francisco Alcalá y Antonia Díaz en el nuevo diálogo incluido en el ciclo Acciones colectivas frente a los riesgos globales, organizado por la Fundació Ernest Lluch y el Ivie, con la colaboración de CaixaBank. El debate, celebrado ayer, expuso la necesidad de replantear cómo se evalúa el bienestar de una sociedad, porque no puede basarse únicamente en el crecimiento económico que mide el PIB.

Ambos expertos coincidieron en que el PIB sigue siendo una herramienta útil, pero insuficiente para reflejar las condiciones reales de vida, especialmente en las sociedades avanzadas. Francisco Alcalá, investigador del Ivie y del Center for Economic Policy Research, destacó la importancia de incluir en la evaluación del progreso económico y social las grandes amenazas globales como la crisis climática. Invertir en medioambiente o en medidas para prepararse ante los riesgos que provoca el cambio climático es fundamental para evitar costes futuros mayores, como ha demostrado el caso de la dana en Valencia, indicó. En su opinión, “hay que invertir en resiliencia y  que las políticas públicas se diseñen tras un análisis coste-beneficio social real, en el que España no tiene mucha tradición, y que se imponga la buena gestión. El sector público tiene que ser eficiente”.

Por su parte, Antonia Díaz, catedrática en la Universidad Complutense de Madrid y directora del Instituto Complutense de Análisis Económico, también se refirió a la importancia de invertir en capital natural y en capital “resiliente”, entendido este último como aquel que necesitamos para prevenir las amenazas globales. Además, insistió en que invertir en capital natural y resiliencia tiene que ser una decisión colectiva, no solo de un único gobierno.

Los ponentes subrayaron que el crecimiento económico puede estar destruyendo capitales esenciales para el futuro, como el medioambiental, que no se reflejan en las cuentas nacionales. “Durante el proceso productivo estamos destruyendo capitales que son fundamentales para el futuro, como por ejemplo con la extracción masiva de minerales, y que destruyamos mucho o poco es algo que no mide el PIB”, concretó Alcalá.

Por ello, los economistas abogaron por avanzar en la construcción de nuevos indicadores complementarios al PIB, que permitan evaluar correctamente el bienestar de los países. Como ejemplo, señalaron que la OCDE ofrece ya indicadores que abarcan aspectos relacionados con el bienestar como la salud mental y la soledad.

El PIB como medida surgió en los años 30 y por una razón muy concreta: hacer frente a la recesión y cuantificar los recursos con los que se contaba para responder a la Alemania nazi, explicó Antonia Díaz. “Llevamos más de 80 años perfeccionando el cálculo del PIB; desarrollar indicadores del bienestar social también llevará tiempo, pero es imprescindible hacerlo”, añadió Alcalá. “La ciencia económica acabará incorporando estos nuevos elementos, igual que en su día se hizo con la inversión en I+D”, coincidió Díaz.

En sus conclusiones, ambos expertos insistieron en que el verdadero éxito colectivo no se mide solo en crecimiento económico, sino en la capacidad de construir una sociedad más resiliente en la que prime el bienestar social.  “Queremos vivir mejor, no solo crecer más. El bienestar social tiene muchas más dimensiones que el PIB, y es hora de ponerlas sobre la mesa”, concluyó Francisco Alcalá.

5 November 2025

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