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Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas

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La incapacidad temporal en la Comunitat Valenciana equivale a un coste estimado de 7.100 millones de euros al año en términos de PIB

Umivale activa, el Ivie y la CEV analizan en Elche la incapacidad temporal y siniestralidad con especial hincapié en los datos de Comunitat Valenciana

España se posiciona como uno de los países de la UE con mayor tasa de absentismo por incapacidad temporal (IT) y con el ritmo de crecimiento más acelerado. Entre 2018 y 2023, el número de jornadas laborales perdidas por IT en Régimen General ha pasado de 242 millones a 368,7 millones, un aumento del 52%. Estos niveles representan un 5,6% de jornadas no trabajadas en un año sobre las potenciales, frente al 4,1% de 2018.

En la Comunitat Valenciana también se observa ese crecimiento disparado, aunque ligeramente por debajo de la media nacional, con un aumento del 40% desde 2018. En 2023 las jornadas perdidas por IT supusieron el 5,3% de las jornadas anuales (València 5,5%, Castelló 5,4% y Alacant 5%) frente al 3,8% de 2018, un aumento de 1,5 puntos.

La producción potencial asociada a los días de baja por IT puede estimarse en 7.100 millones de euros, lo que equivale al 5,1% del PIB regional, y supone un crecimiento del 48%, es decir, 2.300 millones de euros más que en 2018.

Estos datos han sido analizados esta mañana en la jornada ‘Radiografía de la IT en España’, organizada por la CEV en Elche (Alicante), y en la que Umivale Activa y el Ivie han presentado las principales conclusiones de su estudio Evolución de la incapacidad temporal y la siniestralidad en España, haciendo especial hincapié en los resultados de la Comunitat Valenciana. En el estudio, dirigido por los investigadores del Ivie, José María Peiró y Lorenzo Serrano, también ha participado un equipo integrado del Ivie formado por Francisco J. Goerlich, Consuelo Mínguez y Fernando Pascual, y Juan Miguel Mesa y Marija Davcheva, por parte de Umivale Activa.

El informe utiliza los microdatos anonimizados de la Estadística de IT del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para analizar la evolución de la IT entre 2016-2023. Esta estadística recoge todos los procesos de IT registrados en España con sus características, más de 62 millones de procesos anonimizados, permitiendo un nivel de detalle que no había sido posible hasta el momento, así como un grado de representatividad completa del fenómeno.

Además, se ha cruzado toda esa información con la ofrecida por los microdatos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) y también se ha trabajado con los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). El uso combinado de diferentes bases de datos derivadas de fuentes solventes y ampliamente consolidadas ha permitido realizar un análisis integrador de un amplio número de determinantes potenciales de la IT y también sus diferentes formas de manifestarse.

Menor incidencia, pero bajas más largas en la Comunitat Valenciana

La Comunitat Valenciana muestra unos resultados ligeramente más favorables en porcentaje de jornadas perdidas que la media nacional, principalmente porque la incidencia (número de bajas iniciadas por cada 1.000 trabajadores) es menor que la media de España. En la Comunitat se registraron 358 nuevos procesos por cada mil trabajadores en 2023, un 40% más que en 2018. Sin embargo, el efecto positivo de esa menor incidencia se ha de analizar conjuntamente con una duración media de las bajas considerablemente más larga (para asalariados, 38 días a nivel nacional y 49 días en la Comunitat).

Precisamente, en la Comunitat Valenciana la cifra de bajas de larga duración ha crecido por encima de la media, ya que se ha multiplicado por 2,2 en el periodo hasta alcanzar las 15.800 en 2023. La prevalencia de los procesos de larga duración ha alcanzado 8,7 por mil trabajadores, incrementado un 94% respecto a 2018. Dentro de nuestra región, Castellón es la provincia que experimenta la mayor tasa de prevalencia un 10,8 de procesos en vigor de larga duración.

Otro factor fundamental que también contribuye a los niveles máximos de IT es el incremento de las jornadas perdidas de las personas que acumulan más de un proceso en 12 meses. El 46,6% de los trabajadores con baja activa en 2023 fueron repetidores en la Comunitat: una cifra en constante ascenso que explica por sí sola la práctica totalidad del aumento del absentismo por IT en los seis años estudiados. De esta forma, los repetidores suponen el 12,9% de la población protegida, y han registrado un crecimiento del 72% respecto a 2018. Por provincias, las personas repetidoras suponen, respecto al total de trabajadores, el 13,7% en València, el 12% en Alicante y el 11,6% en Castellón.

Además, las patologías más difíciles de objetivar, como las algias (lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias…) y la salud mental, generan más de la mitad del absentismo por IT y su peso no deja de crecer. Estas dos patologías concentran el 52,7% del indicador de absentismo por IT en la Comunitat.

El estudio también analiza las diferencias de las cifras de IT por motivos de salud en función de las características demográficas como el género y la edad de las personas trabajadoras, las ocupaciones, nivel de estudios y también de factores del entorno, como el sector. En la Comunitat, llama la atención los datos de la IT de algunos de los sectores con mayor peso en España. Por ejemplo, la tasa de IT del sector comercio en Valencia (5,39%) y Castelló (5,68%) se encuentra por encima de la media nacional (5,11%). También en agricultura, uno de los sectores con menor tasa de IT (3,78%) en España, destacan las tres provincias valencianas por sus tasas de IT que superan la media sectorial, en concreto 6,43% en Castellón, 5,85% en Valencia y 5,48% en Alicante.

Conclusiones del cruce de todas las fuentes

El análisis econométrico con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestra que, a igualdad de entorno sectorial y territorial, y de características personales y del trabajo, existe un aumento significativo de la tasa de absentismo por IT. Se trata de un incremento que no puede explicarse por cambios en la edad, nacionalidad, sexo o nivel de estudios de los ocupados, el tipo de jornada o contrato, la composición sectorial o por tipos de ocupación, ni por la dinámica territorial del empleo. Ese incremento estaría reflejando, por tanto, en la evolución de aspectos como la cultura laboral y empresarial, la regulación laboral y de la propia IT o el ciclo económico y la evolución de la tasa de desempleo. En particular, los datos muestran una relación inversa y significativa con la tasa de paro, con descensos de la tasa de absentismo conforme aumenta el paro. Estos cambios en la tasa de desempleo son capaces de explicar más de tres cuartas partes de la variabilidad temporal del absentismo por IT. En este sentido, se deduce que, durante las crisis económicas, ante una tasa de paro al alza y la reducción de las oportunidades laborales, los trabajadores tienden a ser más reacios a solicitar bajas y a su prolongación, mientras en las fases expansivas sucede lo contrario.

En conclusión, el análisis muestra que aspectos como la repetición de bajas, el aumento de los procesos de larga duración y el crecimiento de las bajas por salud mental y algias aparecen como elementos críticos en la evolución de la IT.

El informe lanza una alerta rotunda: “el absentismo por incapacidad temporal es un reto estratégico y económico de primer orden que requiere una respuesta inmediata, basada en la evidencia científica y coordinada de los gestores implicados. Evidentemente, las crisis económicas y el desempleo no pueden ni deben ser las vías para moderar las tasas de absentismo por IT, algo que debe venir de cambios en la regulación y el funcionamiento del sistema de gestión de los procesos de IT, las condiciones de trabajo y la cultura laboral. Está en juego, el buen funcionamiento de los recursos sanitarios y la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social”.

11 septiembre 2025