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Las diferencias regionales en porcentaje de población con habilidades digitales alcanzan los 15 puntos entre la primera posición de Madrid y la última de Galicia
Cotec y el Ivie presentan, en el Mobile World Congress de Barcelona, un informe sobre las competencias digitales de los colectivos en riesgo de exclusión en España
El 60,2% de las personas de entre 16 y 74 años que residen en España tiene, al menos, habilidades digitales básicas. Sin embargo, ese porcentaje global encierra importates diferencias tanto regionales como por colectivos socioeconómicos. Mientras en la comunidad de Madrid el porcentaje se eleva hasta el 67,4% de la población, en Galicia, última región por nivel de habilidades digitales, se sitúa en un 52,1%. Solo cuatro regiones se colocan por encima de la media española: Madrid, Cataluña, Navarra y País Vasco
Los datos proceden del informe Competencias digitales y colectivos en riesgo de exclusión en España: determinantes en el contexto del COVID-19, que hoy ha presentado la Fundación COTEC en el marco del Mobile World Congress de Barcelona. El estudio ha sido elaborado por el director adjunto del Ivie, Joaquín Maudos, y la economista también del instituto Laura Hernández.
El documento analiza la intensidad de la utilización de internet y las habilidades digitales de la población en España en el contexto internacional, con el objetivo de identificar los colectivos con mayor riesgo de quedar excluidos de las ventajas de la digitalización por no poseer las habilidades necesarias.
España es uno de los países europeos con mayor desarrollo en el uso de internet, ya que el 83,1% de los habitantes de entre 16 y 74 años lo utiliza diariamente, frente al 79% de la media europea. Además, solo un 6% de las personas en esta franja de edad afirma no haber navegado nunca en la red, tres puntos menos que el promedio de la UE situado en el 9%.
Sin embargo, esta posición avanzada en la utilización de internet no se refleja por igual en los niveles de conocimientos y habilidades digitales en todos los colectivos. Existen determinantes que condicionan esas competencias digitales. Mientras que el 85% de las personas con estudios superiores cuenta con habilidades digitales al menos básicas, en el caso de aquellas que solo tienen estudios básicos la media baja al 33%. La edad es otro condicionante destacado, ya que el 84% de los jóvenes de 16 a 34 años tiene competencias digitales, frente al 33% de las personas entre 55 y 74 años.
Otro de los determinantes en la probabilidad de tener habilidades digitales es la situación laboral: el 70% de los ocupados tiene competencias al menos básicas, frente al 52% de los parados y el 32% de los inactivos. Ser mujer apenas condiciona la probabilidad de tener habilidades digitales. El 62% de los hombres tiene habilidades al menos básicas, y el 58% de las mujeres.
Una de las principales aportaciones del estudio es que cuantifica el efecto que tiene pertenecer a un determinado colectivo socioeconómico o demográfico sobre la probabilidad de poseer un determinado nivel de habilidades digitales. Una persona que posee estudios superiores tiene un 36% más de probabilidad de tener un nivel avanzado frente a una persona con estudios básicos. De igual forma, ser joven conlleva un 26% más de probabilidad frente a una persona de 55 o más años, y pertenecer a un hogar con mayores ingresos supone un 24% más de probabilidad que pertenecer a un hogar con bajos ingresos. En cambio, el género apenas tiene efecto sobre esa probabilidad.
A pesar de las diferencias en habilidades digitales entre los colectivos analizados, en España el 49,6% de la población mayor de 18 años se siente capacitada para competir en un mercado laboral automatizado y con fuerte presencia de las TIC, según la encuesta realizada por la Fundación COTEC y Sigma Dos.
Efectos del COVID-19
En términos generales, no hay un efecto COVID-19 en el uso de internet porque el aumento registrado en 2020 no es mayor al de 2019 (5,5 puntos en ambos años). Sin embargo, la pandemia sí ha afectado a las relaciones de los ciudadanos con la administración electrónica, ya que han crecido 5,3 puntos porcentuales, hasta el 54,1%. También han aumentado 5,4 puntos las búsquedas en internet relacionadas con bienes y servicios, así como la información sobre temas de salud, 7 puntos más. El uso del correo electrónico ha crecido 4 puntos y el de las redes sociales 6 puntos porcentuales respecto a 2019. Por último, el uso de la banca online ha experimentado un crecimiento de 7,2 puntos, hasta situarse en el 62,1% en 2020.
Lecciones a extraer
Los resultados del estudio muestran que la inversión en educación no solo es la más rentable desde el punto de vista del crecimiento económico, sino también como vía para facilitar la transformación digital. Por tanto, las medidas para reducir la brecha digital deben dirigirse a las personas con menor nivel educativo y también a los más mayores. De igual forma, cualquier reforma educativa debería tener en cuenta la importancia de las habilidades digitales, máxime tras la experiencia del COVID-19.
Dado que las personas que más usan internet tienen mayores competencias digitales, es importante incentivar su uso asegurando que la población tenga acceso a la red y a los dispositivos que permiten utilizar internet.
El objetivo de transformación digital del Gobierno de España y a cuya consecución se dirige una parte importante de los fondos europeos de recuperación exige que una parte se destine a mejorar las competencias digitales de la población. Pero hay que vigilar que no aumente la brecha digital entre colectivos de personas, porque de lo contrario, no se reducirán las diferencias en el nivel de bienestar de los ciudadanos.
