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Marta Peirano: “Europa debería invertir en tecnología propia en lugar de comprar licencias que nos hacen cada vez más vulnerables”
La octava edición del ciclo de diálogos que organiza la Fundació Ernest Lluch y el Ivie en Valencia se inauguró ayer con el debate entre la periodista Marta Peirano y el director la Oficina del Real Instituto Elcano en Bruselas, Luis Simón
El ciclo de diálogos Acciones colectivas frente a los riesgos globales, que organiza la Fundació Ernest Lluch y Ivie, en Valencia abrió ayer su primera sesión con una conversación entre la periodista y escritora experta en tecnología y poder Marta Peirano y el director de la Oficina del Real Instituto Elcano en Bruselas, Luis Simón. El diálogo, que tuvo lugar en el espacio All in One de CaixaBank, analizó los grandes riesgos globales que marcan la actualidad, especialmente, los relacionados con la geopolítica y la carrera tecnológica.
El debate se centró en la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, una competencia que, según ambos ponentes, condiciona las relaciones internacionales del resto de países y tiene en la tecnología su principal argumento. Para Marta Peirano: “cinco o seis grandes empresas con sede en estos países concentran hoy el desarrollo tecnológico, como la inteligencia artificial generativa, y esa pugna tecnológica explica en gran medida la expansión territorial y geopolítica que observamos”.
En el mismo sentido, Luis Simón subrayó que la dinámica geopolítica es inseparable de la carrera por la innovación: “En el escenario internacional, Europa se ve a la vez como campo de batalla y como jugador”. En su opinión tanto Estados Unidos como China quieren impactar en Europa, pero su punto de partida es muy diferente. Washington persigue consiguir mayor influencia, mientras que el objetivo de Pekín no es atraer a Europa, sino reducir la capacidad de Estados Unidos de influir en ella.”
Ambos coincidieron en que Europa, pese a sus iniciativas en sectores estratégicos como los chips y las baterías, avanza con lentitud. Además, destacaron el poder que consiguen las grandes tecnológicas con un oligopolio, que genera grandes dependencias tecnológicas. “Europa asegura que tiene su propia autonomía estratégica, pero luego no tiene la capacidad para movilizarse de forma unida”, señaló Simón. Por su parte, Peirano insistió en que Europa y, España en particular, intentan estar al tanto de la actualidad tecnológica pero sin hacer la inversión necesaria para hacer una propia. “En lugar de invertir en tecnología nuestra, se invierte en contratar licencias de empresas extranjeras, que además extraen nuestros datos y nos hacen más vulnerables”.
Para la periodista es un momento perfecto, por la fuga de capital humano de Estados Unidos, para invertir en universidades y atraer talento y así no depender de las grandes tecnológicas extranjeras. “Necesitamos plataformas abiertas lideradas por la administración y una apuesta clara por la innovación propia”, remarcó.
Además, Peirano recordó la necesidad de situar la crisis climática en el centro del problema. En su opinión, la alianza de la industria tecnológica con los poderes políticos representa un grave riesgo medioambiental. “Esos poderes han decidido que las fronteras son irrelevantes y solo importa una expansión territorial a través de los grandes centros de datos, que arrasan con el medioambiente y extraen de forma masiva los recursos que necesitan. Los países les dejan hacer porque piensan que no se pueden quedar atrás en tecnología”
Junto a la pugna tecnológica entre China y Estados Unidos, el diálogo también abordó otros grandes focos de inestabilidad internacional, como la guerra en Ucrania, la invasión de Gaza y las tensiones en Taiwán, India-Pakistán y entre Rusia y la OTAN. Para Marta Peirano. Gaza demuestra la ruptura del sistema tradicional de las relaciones internacionales. “Estamos viendo delante de nuestras narices el exterminio de una población que es un proyecto de expansión territorial de Israel, con la colaboración de Estados Unidos. Gaza es el proyecto territorial que se están repartiendo los grandes poderes geopolíticos.”
El también profesor de Relaciones Internacionales en la Vrije Universiteit Brussel resumió la conclusión principal del debate en una frase: “La carrera por el poder lo absorbe todo y la tecnología se ha convertido en el principal instrumento de esa competencia”.
Este primer diálogo forma parte del ciclo Acciones colectivas frente a los riesgos globales, que organiza la Fundació Ernest Lluch y el Ivie, con la colaboración de CaixaBank. Esta es la octava edición de los Diálogos Fundació Ernest-Ivie que se celebra en Valencia y reunirá a especialistas de primer nivel para debatir sobre los grandes riesgos globales y la necesidad de reforzar las capacidades de anticipación, mitigación y respuesta.