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Cuanto mayor es el nivel de estudios, más retrasan los jóvenes la salida del hogar familiar y la paternidad. Este es uno de los resultados presentados en el cuaderno nº111 de la serie Capital Humano, que se centra en la relación entre el proceso de inserción laboral y la transición a la vida adulta de los encuestados en el Observatorio de Inserción Laboral de los Jóvenes Bancaja-Ivie. Los datos indican que la formación y la incorporación al mercado laboral influyen en las decisiones que toman los jóvenes en aspectos vitales como emanciparse del hogar paterno, la vida en pareja y el nacimiento del primer hijo. Así, más de la mitad de los jóvenes encuestados de entre 25 y 29 años continúan viviendo en el hogar familiar, siendo el precio de las viviendas la principal razón esgrimida. Según el estudio, en los municipios de menos de 50.000 habitantes se acentúa la asociación entre irse de casa de los padres y tener pareja. Por otra parte, la valoración media de la familia y del trabajo es mayor entre los jóvenes que ya han experimentado alguno de estos eventos vitales. El Observatorio permite analizar las diferencias en las trayectorias vitales de los jóvenes por hábitat, nacionalidad, sexo, edad y nivel de formación.