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Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas

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El gasto sanitario privado crece en España y ya supone el 30% del total, 14 puntos más que en Alemania

España tiene un problema de sostenibilidad financiera derivado del aumento del gasto provocado por el envejecimiento de la población, la cronicidad de ciertas enfermedades y la incorporación de las nuevas tecnologías. Sin embargo, para Beatriz González, catedrática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y Salvador Peiró, investigador de FISABIO; otro problema muy importante de la sanidad pública al que no se presta atención es el de la sostenibilidad social. Los dos participantes del cuarto diálogo del ciclo Crisis y catarsis: lecciones del COVID-19  -organizado por el Ivie y la Fundació Ernest Lluch, en colaboración con la Fundación Bancaja-, alertan de un progresivo abandono de la sanidad pública por parte de las clases medias.

En España el gasto privado en sanidad ha ido aumentando de forma persistente en las últimas décadas y ya supone casi el 30% del total, 14 puntos porcentuales por encima de, por ejemplo, Alemania. El 24% es gasto directo que el paciente abona en la consulta y el resto son primas de seguros privados. Según explica la economista especializada en salud, “las clases medias están abandonando la sanidad pública en favor de la privada y eso puede provocar que acaben deslegitimando el pago de impuestos para salud y, por tanto, se perdería la sostenibilidad social de la sanidad pública”.

El diálogo ¿Qué sistema de salud para después del COVID-19?, que se ha celebrado esta mañana, ha analizado los problemas del sistema sanitario en España y cómo afrontarlos. Para Salvador Peiró el primer paso sería reconocer que existe una crisis, que ahora mismo es negada por todos los agentes dentro del sistema, para poder abordar los cambios necesarios.  Coincide con Beatriz González en que “estamos ante una crisis no reconocida y vamos sin rumbo porque no hay un plan a medio plazo para adaptarse a las necesidades cambiantes del mundo y de las nuevas tecnologías”. En opinión de esta experta en economía de la salud, la única solución que se está dando es la compra de tecnología, cuando lo que realmente haría falta es una inversión más a fondo en realizar cambios organizativos en el capital humano, que es el capital más importante en la gestión de la salud. González ha recordado que el 78% de los 1.069 millones de euros incluidos en los fondos Next Generation para reformas del sistema nacional de salud en España está previsto que se destine a comprar maquinaria y aparatos de diagnóstico.

“El sistema sanitario público español necesita un cambio organizativo para dar soluciones a los problemas complejos, pero en lugar de esto, lo que encontramos es mucho corporativismo y reticencia a los cambios entre los propios profesionales”, ha añadido González. Y al mismo tiempo, “también hace falta retener el talento e incentivar a los equipos para que no haya una desafección de la organización que es lo que está ocurriendo”.

En opinión de González el objetivo es conseguir un sistema sanitario basado en el valor que aporta cada cosa y eso significa evaluar y tomar decisiones a todos los niveles (micro, meso y macro) para reorganizar la gestión y, por ejemplo, centralizar servicios de cirugía cuando hay demasiados servicios que operan a muy pocos pacientes y, por tanto, no llegan al umbral de calidad mínima. “Las organizaciones sanitarias son extremadamente inmovilistas al cambio organizativo de los profesionales, mientras que al tecnológico se muestran muy favorables. Hay que incorporar la innovación valiosa, pero no la que no aporta valor”, ha explicado.

En este mismo sentido, Salvador Peiró también ha lamentado que “llevamos mucho tiempo sin un plan de los gobiernos para reorganizar y mejorar el sistema, su única estrategia es seguir igual. Nuestro sistema de gestión está basado en las mismas especialidades que se conformaron en el siglo XIX, pero las cosas han cambiado y hay que adaptarse. Se deberían incorporar nueva profesiones en los hospitales, como ingenieros biomédicos, expertos en manejo de datos, etc, que no están llegando”. Además, ha alertado del deterioro de las áreas como la atención primaria, debido a que se han anulado los incentivos de desarrollo profesional, excepto el del prestigio tecnológico.

En definitiva, ambos expertos han reclamado a la Administración un plan que analice los cambios necesarios, especialmente en organización, para lograr una gestión adaptada a los nuevos tiempos. “Hay que cambiar las reglas del juego para que el sistema público no continúe con el deterioro progresivo que está sufriendo”

29 octubre 2021